Socio-Administrador
Lima 19 de junio de 2016
Una de las noticias más crueles de la semana que pasó fue en la cual "el Pleno del Congreso aprobó por unanimidad la insistencia del proyecto de ley que permitiría el retiro de hasta el 25% de los fondos en una AFP para comprar un inmueble o amortizar el pago de un crédito hipotecario" (Véase Diario Gestión, Resumen Semanal, 18-06-16). ¿Y por qué cruel?
Ocurre que desde hace un buen tiempo se está distorsionando o desnaturalizando el sistema privado de pensiones, volviéndolo más popular y/o más sesgado al consumo-inversión presente que al futuro. Se afirma que es un tema de libertad, que definitivamente debe ser tomado en cuenta, pero sopesado con muchos otros valores constitucionales, más difíciles de entender, de explicar y de justificar por los que sólo son abogados.