Se tienen conocimientos fundados y ligeros que la economía peruana avanza con pasos firmes, entre unas de las mejores figuras de Sudamérica; y ya dejados atrás los rumores en las elecciones presidenciales del 2011, sobre un declive inminente por la elección del actual presidente de la República, ahora se siente como si las olas de los mares se apaciguaran.
En ese sentido, mediante toda esta corta historia de avances ampliamente satisfactorios, el superintendente de la Superintendencia de Banca y Seguros y AFP (SBS), Daniel Schydlowsky, en una entrevista al diario Gestión cita que: "Las provisiones y los excedentes de capital sirven de amortiguadores, de esta forma el sistema financiero puede recibir un golpe (de la crisis) y absorberlo, eso es la solidez".
Por ese lado, se tiene una confianza respaldada que se viene consolidando con ensayos de prueba al peor de los casos, para poder estar prevenidos en caso de que una crisis "golpee" la economía peruana en forma despiadada, máxime ahora que se sabe que la Unión Europea (UE) se inclina por la desintegración producto de su situación financieramente caótica; ejemplos de ello son España e Italia, ambos reportan a la fecha altos déficits.
Hasta ahora Alemania es el estado más poderoso de la UE, el cual sigue fiscalizando y presionando a los demás miembros, situación que denota abiertamente sus deseos de no trabajar con los países con deudas profundas (España e Italia).
Por todo lo demás, la solidez económica de un país se trabaja con planes, como los de estímulo económico sugeridos por varias autoridades, en que el Perú tendrá que ser doblemente responsable en no perder el equilibrio en caso de utilizar sus amortiguadores de defensa ante una crisis.
Alexander Trujillo.
Practicante de Derecho Económico.